Angulada 2.0


    
La angula, es el alevín del pez anguila, único alevín permitido por las leyes de pesca. Cuando se encuentra en los mercados de pescado suele tener más o menos 1 gramo de peso, mide algo menos de 8 centímetros de longitud y tiene entre dos o tres años de vida. Las angulas comercializadas suelen estar cocidas, ya que, en caso de estar vivas son transparentes. Suelen encontrarse envasadas al vacío.



El color blanco o ligeramente negro, depende fundamentalmente del tiempo que han pasado en el río; las negras han pasado más tiempo y son generalmente menos valoradas. En el caso de adquirirse vivas se suelen matar con tabaco disuelto en agua, luego se lavan  y posteriormente se cuecen en una salmuera donde adquieren el color blanco habitual.


Es un plato tradicional de la gastronomía de Vizcaína y Guipuzcoana, pero su popularidad se ha extendido a otras partes del territorio. El plato más conocido es el de angulas a la bilbaína servido en una cazuela con ajo y guindilla. Se conoce no obstante, en la cocina francesa de las comarcas de Nantes, La Rochelle y Burdeos…

En estas imágenes, podemos observar el producto tanto crudo (es un ejemplo, ya que en nuestro caso, las angulas estaban ya listas para preparar) cómo dentro de su envase, cómo cocinado. Para preparar las angulas simplemente tenemos que laminar unos dientes de ajo que pondremos en aceite y cuando empiecen a tomar color, empezaremos a añadir las angulas mientras las removemos. Las guindillas troceadas las pondremos al final, tras haber añadido las angulas y removeremos para que se haga todo junto y se mezclen los sabores.
Pero no sólo de angulas se vive, así que también tomamos percebe gallego, ostras frescas, gambas de Huelva a la plancha y almejas en salsa verde. ¡Todo un espectáculo para los sentidos!

Os dejo alguna imagen del marisco, desde los percebes frescos que se cocieron al momento en abundante agua salada, a las ostras que se sirvieron abiertas y con limón. Las gambas de Huelva, las tomamos a la plancha y estaban realmente en su punto; una verdadera exquisitez. Las almejas (gordas como puños) las tomamos en salsa verde (láminas de ajo, harina, perejil fresco), otra vez un éxito, porque eran enormes, fresquísimas, en definitiva, todo perfecto. También diré que para poder tomar lo mejor, hay que pagarlo. Y para muestra un botón.

El marisco para 16 personas, ascendió a 1447.20€. en el detalle de la fotografía se puede ver cuánto costó y cuánta cantidad comimos de cada cuál. 

No podemos olvidar el Goxua casero que he de decir que aunque no me emociona el dulce, me encantó. No estaba para nada empalagoso, estaba en su punto, de hecho mi plato podía haber sido devuelto sin ningún problema a la alacena...

Tampoco podía dejar de hacer mención a la sociedad gastronómica Goiuri de Vitoria-Gasteiz, dónde deleitamos todo esto regado por los mejores vinos. Para que conste os dejo una foto de la mesa puesta, todo al detalle. 

¡Muchas gracias a tod@s los que participasteis, un día inmejorable!

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