Ensalada de Tomate Raf con Bonito


    Una pequeña mención al Tomate Raf. Este tipo de tomate fue creado artificialmente a partir de la selección artificial practicada sobre los tomates tradicionales que se plantan al aire libre desde 1969. Su origen se encuentra en la Vega de Almería. La variedad más característica de estos tomates tradicionales es la "muchamiel" (ya que es característico de la población de Muchamiel, Alicante). El raf es un tomate del tipo marmande que destaca en por su sabor y textura, así como por su elevado aguante a aguas salinas.


   El nombre de raf hace referencia a las siglas de Resistente al Fusarium. Esa resistencia al hongo fusarium fue una de las causas de su popularización en el cultivo de invernadero, en donde las producciones del tradicional muchamiel no se adaptaban suficientemente. El raf es producto de una selección de los tomates tradicionales. 

   Una vez tenemos una pequeña introducción de la procedencia de este tipo de tomate, veremos un poco más de la procedencia del segundón de este plato: el bonito en aceite de oliva. En este caso nuestro protagonista es Nicolás Appert (1749-1841) fue un maestro confitero y cocinero francés inventor del método de preservación hermética de los alimentos. Fundó la primera fábrica comercial de conservas en el mundo.

   En aquella época los ejercitos de Francia, requerían disponer de alimentos que no se alteraran durante el tiempo que duraban las largas campañas bélicas. Para ello se estableció un premio en metálico al que encontrara un procedimiento de conservación de alimentos. El maestro Nicolás Appert consiguió este premio en 1810 después de 14 años de experimentación. Su procedimiento consistía en colocar los alimentos en botellas de vidrio tapadas con tapones de corcho sujetos con alambre y sellados con cera o lacre que sometía a un calentamiento en agua hirviendo durante largo tiempo. Con ello inició la técnica de conservación de alimentos por calor, llamada también "appertización". Appert no supo explicar por qué su método alargaba la duración de los alimentos. Fue Louis Pasteur el que años más tarde atribuiría la conservación a la inactivación de los microorganismos presentes, responsables de la alteración del alimento. 

   Y hé aquí la receta de la ensalada: cortaremos en gajos nuestro o nuestros tomates. En un plato sacaremos el bonito en aceite y dejaremos que escurra sobre un colador durante unos 5 minutos para que no esté muy grasiento. También habremos de trocear la cebolleta en juliana fina. 

   Y ya está;  tenemos todos ls ingredientes listos para emplatar. En la foto podemos observar que está el bonito en medio y por la base de este al rededor, la cebolleta en juliana, y sobre esta recubriendolo todo, los gajos de tomate. Una vez emplatado, sólo queda aliñarlo: sal de Salinas de Añana, aceite virgen extra de Arbequina y vinagre.

  Y a disfrutar; on egin!!!

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