El Portalón, Vitoria-Gasteiz

Fuente: TripAdvisor
El Portalón restaurante conocido en Vitoria-Gasteiz dónde los haya, todo un clásico de la ciudad, no solo por su cocina, sino también por su historia. Es una torre-edificio gótica fue construida como posada de mercaderes.

Alcachofas de temporada
"Ubicada en la salida norte de la antigua aldea de Vitoria-Gasteiz y escoltada por la Catedral de Santa maría, la Torre de los Anda y la Plaza de las Burullerías, es un buen ejemplo de los edificios del siglo XV vinculados al comercio, aunque a lo largo de su historia ha tenido diferentes utilidades.

Boletus con trufa y yema ecológica
La gran puerta de entrada, que da nombre al edificio, es lo más llamativo. Tenía una rampa para acceder al sótano o a la cuadra, y los mercaderes guardaban allí los carruajes y las mercancías para protegerlos del mal tiempo y de los ladrones. Fue restaurado en 1957".- Euskadi.eus

"El edificio, disponía de capilla, en la que los viajeros y mercaderes agradecían con sus plegarias el haber llegado sanos a la posta así como a la mañana siguiente oraban pidiendo un viaje tranquilo hasta su próximo destino.
Txangurro al horno

El comedor más conocido y frecuentado del edificio es el principal. Ubicado en el mismo lugar donde en sus orígenes, también se reponían de los esfuerzos de los viajes los mercaderes, sigue conservando hoy en día su espíritu especial.

Gambas a la plancha
Existe un comedor más señorial en todo el edificio, ya que su destino original era acoger a los mercaderes más potentados y nobles que negociaban los precios de la lana que había sido presentada en la plaza de las Burullerías. Sus techos altos, así como sus vigas y cuartones de roble constituyen ya por sí solos uno de los tesoros más valorados de la casa.
Rape al horno con meloso de
boletus

En otro comedor privado, podemos encontrar representados los Linajes Alaveses más reconocidos de la Alta Edad Media, pudiéndose observar los escudos de armas de cada uno de ellos así como un mural de las villas Alavesas más importante de la época."- Restaurante El Portalón.

Rodaballo a la brasa
En esta ocasión me gustaría enseñaros las bondades del Portalón en el que comimos por un cumpleaños y celebramos a lo grande. Es cierto que los que lo llevan ahora no son los que lo han regentado toda la vida y que había oído por medio de conocid@s y amig@s que ya no es lo que era.

Ventresca de atún a la brasa
Aun así nos liamos la manta a la cabeza y nos fuimos para allá. He de decir que comimos de maravilla con una ejecución impecable de los platos. Para comenzar pedimos al centro unas raciones, Boletus a la plancha con trufa y yema ecológica, Alcachofas de temporada con ibérico y su jugo, Txangurro al horno y Gambas a la plancha. Todo excelente, lo único que me pareció que desentonaba un poco fue el Txangurro, que aunque estaba apetitoso, no estaba bien gratinado.

Solomillo con foie y reducción de
 Pedro Ximenez
Solomillo a la brasa
Los boletus con trufa excelentes al igual que las alcachofas. Cierto que las gambas estaban muy sabrosas, pero alguna costaba un poco pelar... Lo que me chocó un poco porque en otra comida en la que en un restaurante me han servido gambas de Huelva a la plancha la piel se desprendía con total facilidad. De todas maneras, estas gambas estaban gustosas.

Helado de queso suave con coulis de
frambuesa
Para los segundos platos nos decantamos en general por pescados entre los que probamos rodaballo a la brasa, rape al horno y taco de ventresca de atún a la brasa. Todos los pescados muy bien cocinados en su punto, ninguno pasado de cocción y llenos de sabor. Mención especial a la ventresca de atún a la brasa, impresionante sabor, delicado y puro mar. El rodaballo también con el característico sabor a brasa estaba perfecto. Y el rape aunque estaba estupendo, también me gustaría hacer mención al arroz meloso de boletus que lo acompañaba.

Pantxineta
También pedimos carnes, dos solomillos cocinados de diferente manera, uno a la brasa con patatas y piquillos y otro con foie y reducción de Pedro Ximenez. Dos piezas tiernas y hechas en su punto perfecto.

Regamos los platos con un verdejo José Pariente, siempre impecable y con un Erre Punto, un vino exquisito de año de uva tempranillo.

Volcán de chocolate
De postre tomamos pantxineta que es un postre típico vitoriano consistente en una tarta de hojaldre rellena de crema y se sirve con chocolate caliente por encima, ésta además tenía helado de vainilla. Un helado suave de queso con coulis de frambuesa, riquísimo también. Y por último tomamos también un volcán de chocolate que estaba de sabor y punto de horneado tremendo. Muy recomendable si pasas por Vitoria-Gasteiz o vives aquí. Su historia te apasionará.


Correría 151, 01001
Vitoria-Gasteiz
945142755

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